Últimamente he tenido que utilizar el método caliente para hacer mis jabones, pues me he quedado sin inventario y tengo que satisfacer la demanda de mis clientes. El jabón, producto de este método, tiene la ventaja de que se puede usar inmediatamente, pues el proceso de saponificación se completa al "cocinarlo". Tengo que confesarles que prefiero el método frío, pues me gusta más el resultado final.
Para hacer mis jabones con el método caliente utilizo una olla de cocción lenta "slow cooker". Una vez que preparo mis aceites, mantecas y la mezcla de soda cáustica con el agua (ya han alcanzado la temperatura adecuada), los vierto en la olla y con la batidora de manos voy logrando la traza que quiero (en esta etapa se le añade color). Comienzo a "cocinarlo" a fuego alto y destapado por media hora, moviendo la mezcla cada 10 minutos. Luego, en la segunda media hora, sigo cocinando a fuego bajo y tapado (moviendo cada 10 minutos). En la última media hora, apago la olla y agrego los aceites esenciales, fragancias y los aditivos y continúo moviendo cada 10 minutos y tapado. Finalmente, vierto mi jabón en el molde y dejo reposar por 12 horas, sin tapar, para luego desmoldar, cortar y nuevamente dejar reposar por 3 horas más, antes de empacar.
Si no has utilizado este método para hacer jabón, te invito a que lo intentes. Anímate!!
